Se llaman movimientos posrománticos a aquellos que nacen luego del Romanticismo, pero que se gestan dentro de él, pues sería un error creer en la independencia absoluta de estos. Parnasianismo, Simbolismo y Realismo surgen del Romanticismo, mientras este último sigue sobreviviendo.
PARNASIANISMO
El Parnasianismo es un movimiento exclusivamente literario (y lírico) que surge en Francia en el último tercio del siglo XIX.
Su nombre remite, por un lado, al monte Parnaso, que en la mitología griega corresponde al sitio donde habitan las musas, las hijas de Zeus y Mnemósine. Ellas son la fuente de inspiración para los artistas en música, danza, teatro, poesía, elocuencia, etc. Por otro lado, “Parnaso Contemporáneo” es una antología que recoge los poemas de mayor interés en este estilo; fue publicada en 1866, 1871 y 1876.
Los artistas más importantes de este movimiento son: Théophile Gautier (1811-1872), Leconte de Lisle (1818-1894), Théodore de Banville (1823-1891). Es uno de los discípulos de Víctor Hugo, Gautier, quien impulsa la teoría de “El Arte por el Arte”, reaccionando frente al intimismo del romántico francés Alfred de Musset (1810-1857). La fuente de esta teoría se encuentra, irónicamente, en “Las orientales” (1829) de Víctor Hugo, donde ya se observa la importancia de pintar mediante la palabra y el ensayo de ritmos antiguos (olvidados por el desuso).
Para Gautier, impulsor de “El arte por el arte”, el objeto estético no es un medio sino un fin en sí mismo, es decir, la obra creada no debe ser pragmática ni debe ponerse al servicio de grupos o instituciones. Se entiende, por ello, que el poeta es libre y no cumple ninguna función social. La querella entre los que pensaban que el arte servía para mejorar la suerte de las clases populares, los que creían en un misticismo de amor y fraternidad, los que pensaban que los artistas podían constituir la avanzada de la sociedad y, los que consideraban que el arte no era para la moral ni para la humanidad, sino para sí mismo, hizo que muchos creyeran en la sentencia de muerte del Romanticismo que, sin embargo, siguió produciendo obras durante todo el siglo XIX.
En 1834 Gautier publicó la “Señorita de Maupin”. En su prefacio, dice admirar la Antigüedad greco-latina, porque en dicha época no se tenía ni la preocupación por el pudor ni la tristeza de la moral cristiana. Opone la imagen de Venus a la Virgen María, defiende la belleza del mundo visible, que es el único cognoscible, y se declara contra el sentimentalismo romántico por considerarlo amanerado. Años después, persistente en sus ideas declaró: “En cuanto a nuestros principios son suficientemente conocidos: creemos en la autonomía del arte (...) Todo artista que se proponga algo que no es bello no es artista a nuestros ojos; no hemos podido comprender jamás la separación de la idea de la forma”. Por tanto, hay en Gautier ,muy tempranamente, mucho antes del “acta de nacimiento” de Parnasianismo, una actitud y un sistema de ideas que florecerán en el “Parnaso contemporáneo”.
Características:
• Impasibilidad. Se intenta eliminar el contenido emocional, procurando la mayor objetividad posible. Por ese motivo los artistas parnasianos se preocupan por la exterioridad separada de todo lo vivencial.
La persona gramatical adoptada en los textos poéticos es la tercera, dado que aporta objetividad y distanciamiento, además de que se opone al uso romántico de la primera persona que permite resaltar el individualismo y exaltar el Yo.
• Plasticidad. Se pretende rivalizar con la pintura. El Parnasianismo busca eternizar el momento describiendo una imagen, generalmente inmóvil, mediante la palabra.
• Escasa importancia del fondo. Lo más importante no es el contenido del poema (el fondo), sino cómo está creado. Se procura de esta manera destacar la labor del poeta, quien elige una forma difícil para hacer valer su destreza técnica. Los temas sirven para destacar la excelencia de la forma.
• Arte consciente y difícil. El poema se crea trabajando. El artista no es ni un genio ni un inspirado solo un buen artífice.
• Temas exóticos. Se prefieren los paisajes orientales, desconocidos tanto para el poeta como para los lectores, así como las obras artísticas –esculturas, pinturas- que permiten desarrollar la postura de un observador distante. También incorporan imágenes de la Antigüedad greco-latina.
• Se utiliza la rima rica y sonora (consonante) y los ritmos firmes y antiguos.
Textos ilustrativos
Paisaje
No se mueve ni una hoja
no hay ni un pájaro que cante
sobre el rojizo horizonte
de vez en cuando un relámpago;
a un lado algunas espinas,
surcos a medio anegar,
lienzos grises, de murallas,
sauces nudosos plegados.
Al otro lado un campo limita,
una zanja llena de agua,
y hay una vieja cargada,
con un fardo muy pesado.
Luego el camino se pierde
entre colinas azules
y lo mismo que una cinta
se alegra en pliegues sinuosos.
Théophile Gautier
Teorización.
A) Arte poética
Sí, es más bella la obra trabajada
con formas más rebeldes, como el verso,
o el ónice o el mármol o el esmalte.
¡Huyamos de postizas sujeciones!
Pero acuérdate, oh Musa, de calzar,
un estrecho coturno que te apriete.
Rehúye siempre cualquier ritmo cómodo
como un zapato demasiado grande
en el que todo pie puede meterse.
Y tú, escultor, rechaza la blandura
del barro al que el pulgar puede dar forma,
mientras la inspiración flota lejana;
es mejor que te midas con carrara
o con el paros * duro y exigente,
que custodian los más puros contornos;
o pídele quizá a Siracusa
su bronce en que resalta firmemente
el rasgo más altivo y delicioso;
con la delicadeza de tu mano
descubre dibujando en una veta
de ágata el perfil del dios Apolo.
Huye, pintor, de la acuarela y fija
el color demasiado desvaído
en el horno de los esmaltadores.
Haz que sean azules las sirenas
y retuerzan de cien modos distintos
los heráldicos monstruos sus figuras;
en el lóbulo triple de su nimbo,
la Virgen con el Niño, en cuya mano
hay la esfera con una cruz encima.
Todo pasa. Tan sólo el arte fuerte
posee la eternidad. Únicamente
el busto sobrevive a la ciudad.
Y la moneda rústica y austera
que un labriego ha encontrado bajo tierra,
recuerda que existió un emperador.
Hasta los mismos dioses al fin mueren.
Mas los versos perfectos permanecen
y duran más que imágenes de bronce.
Artista, esculpe, lima o bien cincela;
que se selle tu sueño fluctuante
en el bloque que opone resistencia.
Théophile Gautier
SIMBOLISMO
Es un movimiento artístico que comienza en Francia hacia 1885, fecha en que se escinden de los decadentes.
Sus precursores son Edgar Allan Poe, Walt Whitman y Charles Baudelaire. Del primero admiran la musicalidad de su poesía, que acompaña el significado y se convierte en una forma más de sugerir a través del verso. Whitman influye a través de su experimentación con el verso libre. La asociación de sensaciones y el uso del símbolo proceden de Baudelaire. El soneto “Correspondencias” de dicho autor se considera el punto de partida de la nueva estética simbolista. En 1885 el griego Jean Moréas afirma que lo esencial de la nueva poesía hay que buscarlo en su carácter simbólico. Un año después el término se consolida con la publicación del manifiesto del Simbolismo.
El Simbolismo, por diferentes caminos, descubre un universo sobrenatural, misterioso, desconocido. Los poetas guían al lector a través de un “bosque de símbolos” para aproximarlo a un mundo trascendente. No obstante, la simbología no es llana, sino que debe ser intuida. Al respeto dice Mallarmé en 1862: “Toda cosa sagrada, quequiere mantenerse sagrada, se vuelve en misterio”.
Mallarmé, considerado como el maestro de la escuela simbolista, reúne a un grupo de discípulos -René Ghil, Gustave Kahn, Maurice Barrès, Paul Claudel, André Gide, Paul Valéry, entre otros- a quienes les atrae la visión de la poesía como búsqueda de hermetismo.
Verlaine, simbolista en “Arte poética” y en “Romances sin palabras”, declara entre tanto, que el verso debe ser música y la rima arbitraria debe desaparecer o disolverse para llegar a la asonancia. En los versos impares, debe apoyarse la estructura del poema que no debe ser regular ni sólida, para dar cabida a lo impreciso, al matiz, a la sugestión. Verlaine pretendía que la palabra se transmutara en color, en sonido, en notas.
El aporte de Rimbaud (1854-1891) es mucho más renovador, puesto que rompe con las formas poéticas tradicionales y pone el acento sobre lo irracional.
Dentro del marco filosófico, un rasgo común de estos poetas es no aceptar el Positivismo, ya sea en el ámbito de lo moral, del arte o de la fundamentación teórica de la reforma de la sociedad, debido a que el Positivismo pretende explicar y describir el mundo científicamente, mientras que los aurores simbolistas se inclinan hacia el enigma y el misterio. La perspectiva filosófica que influye es el Idealismo. Hacia 1870, el espíritu francés comienza a tomar en cuenta las tesis del idealismo alemán y el pensamiento de Schopenhauer.
Las características más importantes del movimiento son:
• Sugerencia. Al respeto dice Mallarmé (1891): “Es preciso que solamente haya alusión. La contemplación de los objetos, la imagen que vuela de las fantasías suscitada por ellos, son el canto; pero los parnasianos toman la cosa enteramente y la muestran: por eso carecen de misterio; quitan a los espíritus la alegría deliciosa de creer que crean. Nombrar un objeto es suprimir las tres cuartas partes del gozo del poema, que está hecho de adivinar poco a poco; sugerirlo he ahí el sueño. Es el perfecto uso de este misterio lo que constituye el símbolo: evocar poco a poco un objeto para mostrar un estado de alma o a la inversa”.
Las vías para sugerir son: la musicalidad, el uso del símbolo y la sensorialidad, que serán tratadas como características aparte, no obstante están supeditadas a lo anteriormente expuesto.
• La utilización de símbolos. Estos son una forma de tratar de reconstruir la armonía original del universo, una forma de captación de la unidad esencial y primitiva, pues implica en una relación analógica entre una imagen y una idea. De esta forma el mundo sensible y material se corresponde con el intelectual. Esta relación debe ser decodificada por vía intuitiva.
• Sensorialidad. Los poetas simbolistas dan importancia esencial al juego de las sensaciones que generalmente se utiliza formando sinestesias, puesto que los diferentes aspectos sensibles de la realidad material (colores, perfumes, sonidos) se corresponden; son expresiones múltiples de una unidad esencial.
• Musicalidad. Los poetas de este movimiento, fuertemente influidos por Wagner, piensan que la música sirve para penetrar en los misterios del ser; música y poesía se hermanan. Dice Sully Prudhomme: “La música constituye un sistema de signos naturales, en sentido que tiene caracteres comunes con los movimientos del alma (...). El poeta, pues, desde el primer momento ha debido sacarle provecho para expresarse y asociarla a los signos verbales que son sobre todo convencionales”. Por lo tanto, la función primordial de la música es sugerir lo inefable. Es necesario que la palabra, conjuntamente con la plenitud del sentido despliegue el valor del sonido, adecuándose a los estados del alma. Es frecuente que prefieran el verso libre o los versos impares, la rima asonante, el ritmo flexible, las aliteraciones y rimas internas como forma de conseguir su objetivo.
Textos ilustrativos
Vocales
A negro, E blanco, I rojo, U verde, O azul: vocales
algún día diré vuestro nacer latente:
negro corsé velludo de moscas deslumbrantes,
A, al zumbar en tomo a atroces pestilencias,
calas de umbría; E, candor de pabellones
y naves, hielo altivo, reyes blancos, ombelas
que tiemblan. I, escupida sangre, risa de ira
en labio bello, en labio ebrio de penitencia;
U, ciclos, vibraciones divinas, verdes mares,
paz de pastos sembrados de animales, de surcos
que la alquimia ha grabado en las frentes que estudian.
O, Clarín sobrehumano preñado de estridencias
extrañas y silencios que cruzan Mundos y Ángeles:
O, Omega, fulgor violeta de Sus Ojos.
Arthur Rimbaud
El durmiente del valle
Un hoyo de verdor, por el que canta un río
enganchando, a lo loco, por la yerba, jirones
de plata; donde el sol de la montaña altiva
brilla: una vaguada que crece en musgo y luz.
Un soldado, sin casco y con la boca abierta,
bañada por el berro fresco y azul su nuca,
duerme, tendido, bajo las nubes, en la yerba,
pálido, en su lecho, sobre el que llueve el sol.
Con sus pies entre gladios duerme y sonríe como
sonríe un niño enfermo; sin duda está soñando:
Natura, acúnalo con calor: tiene frío.
Su nariz ya no late con el olor del campo;
duerme en el sol; su mano sobre el pecho tranquilo;
con dos boquetes rojos en el lado derecho.
Arthur Rimbaud
Teorizaciones
A) Fragmento del manifiesto simbolista
“Enemiga de la enseñanza, de la declamación, de la falsa sensibilidad, de la descripción objetiva, la poesía simbolista busca vestir la Idea de una forma sensible, que, no obstante, no sería su propio objeto, sino que, al servir para expresar la Idea, permanecería sujeta. La Idea, a su vez, no debe dejarse privar de las suntuosas togas de las analogías exteriores; pues el carácter esencial del arte simbólico consiste en no llegar jamás hasta la concepción de la Idea en sí. Así, en este arte, los cuadros de la naturaleza, las acciones de los hombres, todos los fenómenos concretos no sabrían manifestarse ellos mismos: son simples apariencias sensibles destinadas a representar sus afinidades esotéricas con Ideas primordiales. [...] Para la traducción exacta de su síntesis, el simbolismo necesita un estilo arquetípico y complejo: limpios vocablos, el período que se apuntala alternando con el período de los desfallecimientos ondulantes, los pleonasmos significativos, las misteriosas elipsis, el anacoluto en suspenso, tropo audaz y multiforme.”
Jean Moréas
B) Arte poética
Antes que nada música,
Y a lo Impar favorece,
Que se pierde en el aire
Sin que se pose o pese.
En la elección de tus palabras
Tienes que ser remiso:
Nada mejor que el canto gris
Que une lo Indeciso a lo Preciso.
La intensa claridad del mediodía
Se vuelve dulce si es de otoño el cielo,
¡Ese amasijo azul de las estrellas!
Son más bellos los ojos tras el velo.
Porque el matiz queremos todavía,
¡Y tan sólo el matiz, nunca el Color!
¡Oh, matiz, nuestra única esperanza,
Sueño en el sueño y canto en el rumor!
¡La Punta criminal ten a distancia,
El espíritu cruel, la Risa impura,
Que hacen llorar los ojos de lo Azul
Con ese ajo de vulgar fritura!
Tuércele el cuello a la elocuencia
Y en este tren enérgico pretende
Que tu rima se esté más avisada.
¿Adónde irá si se la desatiende?
¿Quién dirá los errores de la rima?
¿Qué niño sordo o qué demente esclavo
Forjó esta hueca joya de un centavo
Que suena a falsedad bajo la lima?
¡Música entonces, todavía y siempre!
Que tu palabra tenga ese temblor
Del alma que uno siente cómo, alada,
Hacia otros cielos vuela y otro amor.
Que tu palabra sea la aventura
En el viento crucial de la mañana
Donde perfuman menta y mejorana…
Y todo el resto es literatura.
Paul Verlaine
C) Correspondencias
Naturaleza es templo donde vivos pilares
dejan salir a veces sus confusas palabras;
por allí pasa el hombre entre bosques de símbolos
que lo observan atentos con familiar mirada.
Como muy largos ecos de lejos confundidos
en una tenebrosa y profunda unidad,
vasta como la noche, como la claridad
perfumes y colores y sones se responden.
Hay perfumes tan frescos como carnes de niños,
dulces como el oboe, verdes como praderas,
y hay otros corrompidos, ricos y triunfantes,
que la expansión poseen de cosas infinitas,
como el almizcle, el ámbar, el benjuí y el incienso,
que cantan los transportes del alma y los sentidos.
Charles Baudelaire
Trabajo elaborado por la prof. Mónica Revelez
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